Bienestar sostenible- El nuevo nombre de la riqueza
Bienestar sostenible: el nuevo nombre de la riqueza
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Independientemente de si nuestra situación financiera actual es buena o mala, la realidad es que todos necesitamos un “cambio de chip” respecto de los conceptos de riqueza y prosperidad que las últimas tres generaciones humanas han convertido en tradición.
Ciertamente, el final de la Segunda Guerra Mundial propició en los Estados Unidos – y luego, gradualmente, en el resto del mundo – una inédita masificación del consumo de bienes industrializados.
Este acceso “democratizado” al confort degeneró rápidamente en el dogma del bienestar basado en el híper-consumo: tener y acumular cosas – aun cuando no se necesiten – pasó a ser el mantra estándar de la vida moderna.
Las consecuencias de este desenfreno se reflejan, a escala planetaria, en la degradación del ambiente. A nivel individual, los efectos son tan variados como diversas son las amplificaciones que impone la doctrina del híper-consumo en nuestras aspiraciones.
La gran paradoja es que la pretensión de edificar el bienestar a partir de estas distorsiones no hace más que ahuyentarlo.
La alternativa, para todos, es cambiar el chip, lo cual consiste en armonizar y focalizar de manera consciente nuestros depósitos de valor – aquello que anhelamos y a lo que dedicamos tiempo, empeño y recursos –. De esta manera, los excedentes que producimos pueden dirigirse a construir – y a sostener, de cara a los riesgos y fluctuaciones de la vida – un bienestar más genuino, en vez de distraerse hacia decisiones de consumo o acumularse en cosas que no generan valor.
Articulo publicado en el periódico Hoy